Pocas veces somos realmente conscientes de la velocidad con que otros nos etiquetan y clasifican
A veces solo una mirada o el cruce de un par de palabras bastan, para determinar si alguien a quien acabamos de ver o conocer podría ser la persona que buscamos, si estamos frente a un charlatán o a una persona inteligente, aunque tímida, si se trata de un individuo con personalidad complicada o alguien con dificultades para relacionarse.
Es tan importante esa primera imagen que transmitimos a partir de una primera impresión, es la que generalmente perdura y la que nos abre o nos cierra las puertas hacia nuevas oportunidades.
Se conoce como imagen personal y es algo que va más allá de la apariencia, es un conjunto de cosas que dicen mucho de ti: como la higiene, el tipo de ropa, el perfume, hasta la forma de maquillarte en el caso de las mujeres, el pelo, la manera de sentarte, de hablar, todo comunica. Son muchos atributos los que contribuyen a la formación de la imagen personal, también incluyendo nuestra actitud, comportamiento, el tono y volumen de nuestra voz, nuestros gestos y la sonrisa con la que saludamos cada mañana sea en la oficina o el supermarcado.
¿Es realmente importante la imagen personal?
Si uno quisiera, por ejemplo, que cuando se hable de lo que fuimos quienes nos conocieron digan: “era una mujer íntegra, emprendedora y justa que se había ganado el afecto y respeto de sus familiares, amigos y colaboradores”, todas nuestras acciones deben reflejar precisamente esos calificativos, pues de lo contrario, habremos construido una imagen distinta a la que queríamos proyectar.
¿Cómo podemos crear o transmitir una buena imagen personal?
Creando los valores y calificaciones que deseamos ir sembrando para dejar como legado de nuestra imagen aquello con lo que nos identificamos y deseamos transmitir.
Todos proyectamos una imagen frente a los demás, que comienza a formarse a partir de nuestros aspectos físicos, así como el comportamiento corporal, expresión oral o escrita.
La misma se ve fortalecida con todo aquello que dejamos ver de nosotros y se consolida con lo que los demás perciben e interpretan de cada una de nuestras acciones. La imagen que a diario construimos, es un reflejo de cómo nos perciben los demás y puede o no ajustarse a lo que realmente somos y a lo que hemos querido que los demás crean y piensen de nosotros.
Cuando hablamos de imagen física responde a la forma de vestirnos. Es importante saber parecer profesional a través del conjunto que decidamos utilizar, siempre reflejando nuestra personalidad y seguridad a través del buen vestir.
La imagen no verbal consiste en los gestos y expresiones corporales a través de los cuales puedes demostrar actitudes que favorezcan tu imagen profesional. Mostrarse decidido, mirar directamente al interlocutor, mantener la espalda erguida, reflejan muchas veces convicción y capacidad de liderazgo.
Finalmente, la imagen verbal que responde a cómo nos expresamos escrita y oralmente y refleja la capacidad de poder cumplir con el puesto o la profesión que se ejerce.
Estos tres puntos fusionados potencian el profesionalismo de una persona, además de permitir reflejar actitudes necesarias para el desarrollo y buen funcionamiento en el desarrollo de actividades profesionales.
Así mismo en términos personales, ya que la forma en que vestimos, nos expresamos o movemos da a interpretación de quienes somos o nuestras capacidades lo cual es muy importante tomar en cuentas estos aspectos, puesto que una vez los demás se han formado esa imagen, difícilmente contamos con una oportunidad para cambiarla, por lo que la primera impresión que logremos será por lo general la que perdure
Y es muy importante cuidar nuestra imagen a lo largo del tiempo, para que siempre refleje lo que hemos querido mostrar, requiere de una total coherencia en nuestras actuaciones y comportamientos frente a lo que los demás piensan y esperan de nosotros.
Cuando se pierde esa coherencia, así sea por un solo y desafortunado hecho, la imagen se deteriora o puede llegar a arruinarse totalmente, siendo casi imposible su recuperación.